Orden de Prioridad para la asignación del turno
Deportistas que representen a la Provincia /País a nivel Nacional y/o Internacional.
Deportistas Federados y de selección. (participantes de Juegos Epade - Araucanía - JIP - Juegos Nacionales Deportivos - Para-Epade - Para-Araucanía.
Deportista social.
El cumplimiento de estos requisitos no implica la otorgación del turno, los profesionales evaluaran
si acceden o no al servicio, se comunicaran para asignar o no el turno correspondiente, en las próximas 48hs hábiles .
Hacer ejercicio de manera constante es muy importante a cualquier edad. Por esta razón, todos los profesionales de la salud lo recomiendan.
Realizar actividad física te ayuda a prevenir enfermedades como: problemas cardíacos, obesidad, diabetes y cáncer. Además, mejora el humor, la autoestima y disminuye la posibilidad de desarrollar trastornos, como depresión y ansiedad. Por esto, la necesidad de modificar el estilo de vida sedentario es cada vez más importante.
A continuación, te explicamos la importancia de practicar alguna actividad física de manera regular y cómo se relaciona con la mejora de la salud física y mental.
Salud mental:
Son muchas las emociones presentes en nuestra vida cotidiana: estrés, ansiedad, angustia, preocupaciones, insatisfacciones, nervios, entre otras. Saber lidiar con todos estos sentimientos es fundamental para la salud mental.
Una persona mentalmente sana es capaz de afrontar los desafíos y los cambios del día a día con equilibrio, reconoce cuáles son sus límites y busca ayuda cuando es necesario.
¿Cómo mantener tu salud mental en el día a día?
Para mantener una buena salud mental, es necesario cuidar bien de tu cuerpo, es decir, dormir bien, alimentarse de forma adecuada y realizar ejercicio de manera constante.
Actividad física: una gran aliada de la salud mental
La práctica de la actividad física, proporciona una sensación de bienestar y relajación. Cuando nos ejercitamos, nuestro cuerpo libera endorfina, sustancia natural producida por el cerebro durante y después de la realización de alguna actividad física. La liberación de endorfina, también conocida como “hormona de la alegría”, ayuda a relajarse, reduce el estrés, la ansiedad y mejora el estado de ánimo.
Otros cuidados: Mantente en contacto con la naturaleza - Consérvate alejado de tu celular - Además de los cuidados con el cuerpo, algunos consejos para mantener una buena salud mental son: Reserva tiempo para momentos de ocio y convivencia con amigos y familiares; Dedica tiempo a las personas que son importante para ti
Todo esto ayuda a ampliar nuestra visión del mundo, tener mayor estabilidad ante los desafíos cotidianos, además de contribuir al mantenimiento de un buen estado de salud mental.
Salud física
La salud física, a su vez, involucra la condición general del cuerpo. Así, una persona físicamente sana tiene un buen funcionamiento de su organismo y de sus funciones vitales.
Para fomentar la salud física, es necesario alcanzar y permanecer en un peso adecuado, reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y, por supuesto, practicar algún tipo de ejercicio.
Consecuencias del sedentarismo
El sedentarismo no es más que la ausencia de actividad física, lo cual es suficiente para mantener una buena salud. Adoptar un estilo de vida sedentario trae muchas consecuencias malas para la salud física y mental.
Se estima que cerca de 5.3 millones de muertes al año son a causa de la inactividad física en el mundo, según un diagnóstico publicado en la revista médica Lancet.
Aléjate del sedentarismo: Para combatirlo, de acuerdo con la OMS, Organización Mundial de la Salud, se recomiendarealizar 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana. Por lo tanto, puedes realizar 30 minutos de ejercicio diarios.
Pero, atención: la gente que llevan un estilo de vida sedentario deben comenzar lentamente, aumentando poco a poco la intensidad y la duración de los ejercicios.
Las personas que no están acostumbradas a practicar alguna actividad pueden sentirse desmotivadas después de comenzar a hacerla. Para que esto no suceda, estipula metas posibles de alcanzar y adapta los horarios de los ejercicios a tu rutina.
Ahora que ya sabes la importancia de salir del sedentarismo, cuéntaselo a las personas que te rodean: ¿te gustó nuestro artículo? Entonces,¿qué tal empezar a practicar alguna actividad hoy mismo?
La importancia de una buena alimentación radica en cumplir las necesidades nutricionales que requiere el cuerpo. Para que una persona pueda realizar sus actividades diarias, es necesario que cuente con una serie de alimentos específicos que le ayudarán a: combatir enfermedades e infecciones, evitar el sobrepeso u obesidad y fortalecer el cuerpo.
Una buena alimentación va más allá de consumir alimentos “sanos” en todo momento, se debe reunir diversas características a la hora de alimentarse. La importancia de una dieta saludable no es solo cubrir los requerimientos nutricionales, le tenemos que sumar una selección adecuada de alimentos.
Contar con alimentos variados. Una dieta saludable no solo debe incluir frutas y hortalizas, también debe contar todos los grupos de alimentos restantes: cereales, legumbres, carnes, lácteos, grasas y aceites. Esto con el fin de obtener los nutrientes necesarios.
Consumir las cantidades necesarias de energía. El consumo diario de alimentos sanos también debe medirse. Esto quiere decir que debes alimentarte con prudencia y no aportar cantidades excesivas de ningún componente particular.
Adecuarse a las necesidades de cada persona. Sin importar que seas un atleta de alto rendimiento o un trabajador de oficina que camina a casa, cada persona debe tener una dieta de acuerdo a sus necesidades. Tener en cuenta factores como la edad, el sexo, la actividad diaria, la constitución corporal y enfermedades (si las tuviera) es necesario para determinar la mejor forma de alimentarse.
Incluí alimentos de todos los grupos. Una de las reglas de oro para adoptar una buena alimentación es ingerir nutrientes de acuerdo a tus necesidades y condiciones. Procura consumir cuatro comidas principales al día y considerar dos colaciones, siempre incluyendo todos los grupos de alimentos.
Toma suficiente agua. Del 50% al 70% del peso corporal es agua, por lo que es sumamente importante consumirla en las cantidades necesarias. Te recomendamos consumir de 2 a 3 litros de agua diariamente, teniendo en cuenta las variaciones y las necesidades de tu cuerpo.
No abuses de las grasas animales. Las grasas animales, a excepción del pescado, aumentan el riesgo de padecer enfermedades del corazón y obesidad, por esto es recomendable disminuir la ingesta de estas y optar por aceites como el girasol, la oliva o el maíz, siempre en crudo.
Establece tus horarios de comida. Iniciar una dieta balanceada implica responsabilidad y compromiso con tu alimentación. Esto significa que tendrás que establecer horarios específicos para comer y no saltarlos por ninguna razón.
Reducí el consumo de azúcares y sal. La reducción de la sal y el azúcar no solo te ayudará a controlar tu presión arterial y evitar otras enfermedades afines, sino que también te impulsará a probar nuevos alimentos y a salir de tu rutina.
A pesar de que la nutrición tiene como objetivo evitar el desarrollo de enfermedades, existen diversas afecciones o patologías relacionadas con una mala nutrición.
Diabetes. Esta enfermedad aparece cuando los niveles de azúcar o glucosa en la sangre se encuentran por encima de lo normal. Debido a esto, se pueden ver afectados varios órganos como el riñón, el corazón, el sistema nervioso central y los ojos.
Obesidad y sobrepeso. La obesidad y el sobrepeso son las afecciones más comunes ocasionadas por una mala alimentación. Esto tiene lugar cuando se ingieren alimentos que aportan más energía de la necesaria, lo que provoca una acumulación y posterior aumento de peso.
Hipertensión. Un alto consumo de sal y el sedentarismo son los principales factores que inciden en la hipertensión.
Diversos tipos de cáncer. Aunque pueda sonar exagerado, lo cierto es que una mala alimentación puede ser un riesgo de cáncer. Una dieta rica en grasas, carnes rojas, embutidos y alcohol, es la receta perfecta para desarrollar un cáncer de hígado, de colon o de estómago.